jueves, 28 de octubre de 2010

No da igual

Ignacio Escolar, director de 20 minutos y reconocido blogger, escribía el pasado 11 de octubre, un interesante post acerca del Ministerio de Igualdad y los vapuleos constantes recibidos por Bibiana Aído, destacando la importancia de la existencia de este organismo en nuestro país. Tan sólo seis días después, Zapatero anuncia el cambio de Gobierno y la esperada eliminación de Igualdad. Aído ahora dependerá, como Secretaria General, del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.

El claro ejemplo práctico que ha respaldado las palabras de Escolar, y la convicción de los que pensamos que España aún necesita un Ministerio de Igualdad, ha sido la deleznable declaración del alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, sobre Leire Pajín. Soez y escandalósamente irrespetuoso no sólo con la nueva ministra de Sanidad, sino con la figura de la mujer en general. Al más puro estilo Berlusconi.

Resulta ilógico pensar que este país ha alcanzado ya "suficiente igualdad", cuando la propia oposición, con el apoyo de sus votantes, ha aprovechado todas las ocasiones habidas y por haber para infravalorar la importancia de las políticas de igualdad adoptadas por el Partido Socialista, tomando como último argumento la gravedad de la crisis frente a asuntos tan "livianos" como la paridad. Llamadme rara, pero a mí me parece bastante más grave la muerte de más de 58 mujeres en lo que va de año.

Las palabras del vallisoletano no me han sorprendido tanto. Porque no es la primera vez que llama la atención de los medios con comentarios de este tipo y porque es evidente que convivimos con una corriente ideológica tremendamente retrógrada, que no es capaz de reconocer que la creciente presencia de la mujer en la esfera política o los intentos por alcanzar la reducción de la brecha salarial son, entre otras muchas medidas, un avance en el sentido estricto de la palabra. Las políticas de igualdad son también claves estratégicas que pueden reforzar el posicionamiento de nuestro país (social, política y económicamente) porque mejoran la competitividad y la calidad de vida profesional de los trabajadores. Sí, la igualdad también puede ayudarnos a salir de la crisis.

Lo más preocupante es que no se reconozca la violencia de género como una consecuencia, la más terrible, de aportaciones al imaginario colectivo como las del Sr. León. No se considera la relación directa entre la muerte de estas mujeres y la transmisión de determinadas conductas por parte de medios de comunicación y personajes públicos.

Mucho ha de cambiar el panorama para erradicar semejante lastre, teniendo en cuenta que estos dirigentes políticos que tienen por costumbre denigrar a la mujer en público obtienen su refuerzo positivo en su propio partido y sobre todo en las urnas. Como el perro de Pavlov, ya han aprendido cuál es la conducta que les dará la victoria.

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