
El día que el machismo deje de ser causa de muerte dejará de existir la necesidad de establecer políticas de igualdad en nuestro país, en nuestro mundo. El día que la igualdad sea real en los colegios, en las empresas, en la política... no necesitaremos que nos recuerden algo tan básico como que todos somos iguales. Y ese será el día en que todos reconozcamos nuestra parte de culpa en la muerte de las miles y miles de mujeres que han muerto ya por el simple hecho de ser mujeres.
Todos y cada uno de nosotros deberíamos defender los derechos de las mujeres y, sobre todo, condenar la demagogia barata de los que se ríen del feminismo argumentando que ya no lo necesitamos y que también hay mujeres que maltratan a los hombres. ¡CUÁNTO nos queda por hacer!